viernes, 3 de julio de 2009

Por favor, prestáme un par de ojos...

Viaja hoy en digna combi de manera indigna. A saber: apretada por señores corpulentos, señoras entradas en años y en carnes sosas, señoritas revoleadoras de carteras gigantescas (ninguna profesión insinuada, líbreme el Señor!) cuando un ser humano bello y gentil estimó pertinente bajarse en la siguiente esquina. El asunto fue que el kía de marras no tenía etiqueta y no logré descubrir si debía responder "no es nada señor, señorita, señora, jovencito..." cuando me rozó con su carterón al viento. No discrimino y comprendo lo que se me plante, pero no puedo negar que me joden los androides en esta terra mía; solar que supo ser querencia de hombres que dejaban que se les piantara la mina y el lagrimón, pero no eran menos hombres... Lo que me hace peregrinar a Lujan y rogar: MACHOS CON GOMINA VUELVAN POR FAVOR!!!!!!! Les cocinamos, les cebamos el matecito con peperina, les bancamos el futbol domingo y el asado con gomías, pero por lo menos sabremos que no van a quitarnos las cremas y el perfume.

O presténme un par de ojos porque los míos ya no distinguen chicha de limonada.

Saludos!

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